Fuente: www.laverdad.es
Los ediles socialistas justifican su salida del equipo de gobierno por su «parálisis»
Algo más de cien días ha durado el acuerdo de gobierno en Ceutí entre el PSOE e Izquierda Unida. Un matrimonio forzado por sorpresa por los seis ediles socialistas, que el pasado 15 de junio auparon con sus votos a Mariano Cano, único edil electo de IU+LV, a la alcaldía ante el pasmo del PP, la lista más votada en las pasadas elecciones.
La decisión del PSOE precipitó un acuerdo que ayer saltó por los aires tras conocerse la decisión de los ediles socialistas de abandonar el equipo de gobierno, justificada por «el ninguneo constante que hemos recibido, no ha visto que éramos un equipo», según Manuel González, hasta ahora primer teniente de alcalde y portavoz socialista.
La renuncia socialista deja en una situación precaria al único alcalde de IU en la Región, al que ahora sustentan apenas sus 442 votos. El alcalde, que mantuvo anoche una primera reunión con el comité ejecutivo local de IU, ha asumido por el momento todas las competencias dejadas por los ediles socialistas y ahora se plantea dimitir o someterse a una moción de confianza en el Pleno, que podría desembocar en que el PP lograr la alcaldía, al ser la formación más votada y tener el mismo número de concejales -seis- que el PSOE.
¿Gabinete en la sombra?
La otra posibilidad que Cano contempla es formar un equipo de asesores y consejeros, una especie de gabinete en la sombra, para sacar adelante el día a día municipal, pero la presión a la que se vería sometido tanto desde el PP como desde el PSOE parecen dejar esta opción como un último recurso.
Los ediles socialista justificaron ayer en rueda de prensa su abandono en la «falta de coordinación e información» y en el hecho de que sólo se hayan reunido dos veces desde que se celebraron las elecciones.
Mariano Cano afirmó ayer que esperaba esta decisión y negó la supuesta parálisis del equipo de Gobierno: «La junta de gobierno se ha reunido semanalmente», explicó, «pero el verdadero problema es que el PSOE nunca creyó en el documento que firmó tras las elecciones y en el que se especificaba que toda la política municipal se debía articular en torno a mesas de trabajo sectoriales que presidiría el concejal, y en las cuáles estarían representados tanto PSOE como Izquierda Unida».
Sin embargo, desde las filas socialistas esta fórmula se ha visto como que se han «invadido las competencias delegadas en nuestras concejalías». González se inclinó por la fórmula de la moción de confianza o censura o un acuerdo entre PP e IU -descartado ayer mismo por el coordinador regional de la coalición, José Antonio Pujante, y el propio alcalde- y rechazó volver a apoyar a Cano, al que considera «aferrado al sillón».
El portavoz socialista justificó el apoyo que su partido dio a Cano en la sesión de investidura como «la única solución para que no entrara la derecha y para ganar tiempo para lograr un acuerdo». Sin embargo, el pasado 4 de agosto, el PSOE ya solicitó formalmente a Cano que les cediera la alcaldía. Desde entonces, la relación ha estado tocada de muerte, y ayer se certificó su defunción.
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