
LOS NIÑOS DEL OLVIDO.
Aquellas calles, aquellos hombres,
Aquellos niños y sus juegos
-es hermoso el tiempo de los niños-.
Bajo un sol radiante y festivo,
La glorieta, sus árboles tiernos,
Una música cercana,
El rubor de las rosas en el parque,
El beso robado de los adolescentes
Y de repente, sin apenas darnos cuenta,
Se alargaron nuestros pantalones,
Se rompieron nuestros sueños,
En la frente, grabó el destino
Su sangrante surco,
La guerra nos vistió de luto
Mientras nos fuimos perdiendo.
"del poemario "Promesas incumplidas"
Carlos Gargallo (c)