En realidad el puente venía a sustituir al bien de propios mas preciado, probablemente por ser el mas necesario: la barca, cuyo disfrute era gratuito para los vecinos de la Villa.
Pese a las solicitudes de financiación que se hicieron a la Orden de San Juan, la obra sólo se acometió a mediados del siglo XIX. En 1845 tuvo lugar una reunión en los Baños de Archena a la que acudieron los alcaldes y procuradores síndicos de Archena, Villanueva, Ojós y Ricote, citados por el Jefe Superior Político de la provincia, para proponer los medios para llevar a cabo el proyecto de construir un puente sobre el Segura.
Se argumentaba que la seguridad en la comunicación que aportaría el puente favorecería el comercio y el tránsito de personas, señalando que la nueva línea debe ser carrera entre Andalucía y Valencia, al seguir una línea mas recta.
Con posterioridad se fueron reuniendo los Plenos de cada una de las villas mencionadas, que manifestaron unánimemente su adhesión al proyecto. No existiendo en Archena ingeniero o arquitecto que pudiera levantar el plano de la obra ni formar el presupuesto, se comisionó al Médico director de los Baños, don Nicolás Sánchez de las Matas para que lo buscase.
El problema, entonces como ahora, era el de la financiación; los municipios implicados carecían de partida presupuestaria para acometer el proyecto por lo que proponían su explotación mediante subastas anuales como se venía haciendo con la barca desde tiempo inmemorial, calculando que el puente cuadruplicaría los beneficios de la misma. Pero ya estábamos en otra época, en otro sistema económico en el que no se cobraba por el uso de esas infraestructuras. En sesión extraordinaria de 22 de febrero de 1859, el Pleno del Ayuntamiento de Archena solicitó directamente a Su Majestad la reina, la ejecución del proyecto.
A principios de 1862 ya se estaba trabajando en la construcción del nuevo puente, "de yerro" como aparece descrito en los documentos de la época, aunque su material predominante era la madera, incorporaba ya el hierro en alguno de sus elementos. En agosto de 1863, cuando estaba casi acabado, tuvo lugar una "catástrofe" en la montura y colocación del puente, que, por fin, fue solemnemente inaugurado el 1 de septiembre de 1865. La iniciativa para llevar a cabo el puente actual, es de 1933, ante la falta de resistencia a las pesadas cargas del piso de madera del antiguo. Un año mas tarde se solicitó al Estado su construcción, pero, con la Guerra Civil trabajos se interrumpieron, entrando en funcionamiento el 19 de noviembre de 1943. Las máquinas excavadoras de obras públicas hicieron la prueba de carga en el acto inaugural, en presencia del Gobernador Civil, soportando un peso total de ochenta mil kilos. El autor del proyecto y director de las obras fue el archenero, ingeniero de caminos José Gil Martínez.
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