La emblemática calle de Ramón y Cajal, centro neurálgico y comercial del casco histórico de Archena, se encuentra desde esta mañana abierta de nuevo al tráfico de vehículos, después de la importante remodelación que ha sufrido. Por esta calle circulan diariamente alrededor de 1.500 vehículos de media, además del notable tránsito peatonal.
Los concejales Máximo Gomariz, titular de Obras Públicas; Joaquín López, concejal de Medio Ambiente y Servicios, y Rosario Navarro, de Cultura y Turismo, junto al jefe de la Policía Local, Emilio Argüeso, han asistido hoy a esta apertura.
Las mejoras han consistido principalmente en la reordenación de espacios urbanos en dicha calle y ha afectado a 35 viviendas y a una longitud de 300 metros. Para llevar a cabo el proyecto se ha pavimentado la calzada y aceras, adaptándolas a la nueva normativa de accesibilidad de la Región, siendo la superficie total pavimentada de 1.237 metros cuadrados. Las aceras, que antiguamente medían 60 centímetros ahora se han construido hasta una longitud de 1,50 metros de ancho, y en los cruces peatonales se han habilitado rampas cumpliendo la citada ley de accesibilidad, es decir, para personas de movilidad reducida (PMR), que al mismo tiempo facilitará el tránsito de los coches de bebé y carros de compra. También se han instalado 5 semáforos en dichas intersecciones para regular el paso de los vehículos, ya que la calle sigue siendo de doble sentido.
Además, en colaboración con el Ayuntamiento de Archena y la empresa concesionaria del Servicio municipal de Aguas, se ha llevado a cabo una importante mejora de la red general de agua potable y las acometidas domiciliarias, que han consistido en el cambio de tuberías de fundición dúctil de 100 mm de diámetro y acometidas de polietileno de 32 mm de diámetro.
Las obras, promovidas por el Consorcio Mancomunidad del Valle de Ricote, han costado unos 60.000 euros.
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