Uno de los belenes familiares más artesanos y extensos del municipio de Archena, el último en desmontar

La Navidad aún no ha finalizado para esta familia de la calle San Roque de Archena. Residentes en la capital de España desde 1945, cuando sus padres se trasladaron hasta Madrid para vivir, Antonia y Encarna Martínez, ya jubiladas, no han dejado de venir a su tierra, al pueblo de sus padres y abuelos: Archena. Y desde hace unos años, principalmente para que no desaparezca esta tradición de los belenes en Archena y por el arte de sus figuras, siguen instalando su propio belén en una de las habitaciones de la casa de sus abuelos, en la calle San Roque, donde pasan largas temporadas cuando permanecen en Archena.
El belén, que desmontarán en unos días, fue visitado ayer por la Concejala de Cultura y Turismo, Rosario Navarro. Consta de cerca de un centenar de figuras, pertenecientes a esta familia, y realizadas por manos tan prestigiosas como los hermanos Griñán o el mismo Hernández Navarro. La decena de escenas de que consta este belén familiar ocupa unos 6 metros cuadrados y ha sido diseñado y recreado por las propias hermanas antes citadas.
"Lo hacemos año tras año, incorporando cada edición figuras distintas, incluso esta Navidad hemos querido plasmar más realidad y el suelo del belén es propiamente arena de Belén de Palestina y también hay figuras compradas en Egipto", dice Antonia Martínez.