El escultor murciano Antonio Campillo Párraga, que ha recibido en dos ocasiones el Premio Nacional Salzillo de Escultura, falleció hoy en Murcia. La capilla ardiente quedará instalada a última hora de la tarde en la iglesia museo San Juan de Dios de la ciudad de Murcia, según informaron fuentes del Gobierno regional.
Tanto el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, como el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, tendrán la oportunidad de testimoniar sus condolencias a la familia del escultor en dicha ubicación.
La vida de este artista ha transcurrido entre Murcia, Madrid, Córdoba y, en los últimos años, Ceutí. Nacido en en Era Alta en 1926, comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Económica, donde recibió clases de Pedro Sánchez Picazo. Fue aprendiz en el taller del escultor Juan González Moreno y, en estos primeros años desarrolló las peculiaridades y técnicas esenciales que definían su obra: el dibujo y el dominio del barro.
En el año 1943 se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia. Allí comenzó con una de las materias que más satisfacciones le dieron a lo largo de en su trayectoria: el modelado. Gracias a su habilidad en este terreno, en 1966 obtuvo la cátedra de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba.
Dos años después fue becado por la Fundación Juan March y expuso en esta sala su obra Venus en Bicicleta, con la que obtuvo el Premio Nacional Salzillo por segunda vez.
Su obra se vio relanzada en el año 1970, cuando el Ayuntamiento de Madrid le encargó las esculturas de una de las fuentes de su Plaza de España.
En los años 80 y 90 participó en numerosas exposiciones colectivas, entre las que destaca la Exposición Universal de Sevilla en 1992, que le dio la oportunidad de participar en el Pabellón de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
En 1998 realiza la obra Nazareno, para el Ayuntamiento que aún hoy se puede contemplar esta escultura en el Museo de la Ciudad de Murcia.
En 1999 sería de nuevo reconocido por la ciudad que le vio nacer, y realizaría una exposición individual en el Centro de Arte Palacio Almudí de Murcia.
Un año después participó en la exposición monográfica: Murcia, 1956-1972: una ciudad hacia el desarrollo. El mismo año es nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia, y se le otorga el laurel de Murcia, de la Asociación de la Prensa en la sección de cultura.
Tanto el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, como el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, tendrán la oportunidad de testimoniar sus condolencias a la familia del escultor en dicha ubicación.
La vida de este artista ha transcurrido entre Murcia, Madrid, Córdoba y, en los últimos años, Ceutí. Nacido en en Era Alta en 1926, comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Económica, donde recibió clases de Pedro Sánchez Picazo. Fue aprendiz en el taller del escultor Juan González Moreno y, en estos primeros años desarrolló las peculiaridades y técnicas esenciales que definían su obra: el dibujo y el dominio del barro.
En el año 1943 se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia. Allí comenzó con una de las materias que más satisfacciones le dieron a lo largo de en su trayectoria: el modelado. Gracias a su habilidad en este terreno, en 1966 obtuvo la cátedra de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba.
Dos años después fue becado por la Fundación Juan March y expuso en esta sala su obra Venus en Bicicleta, con la que obtuvo el Premio Nacional Salzillo por segunda vez.
Su obra se vio relanzada en el año 1970, cuando el Ayuntamiento de Madrid le encargó las esculturas de una de las fuentes de su Plaza de España.
En los años 80 y 90 participó en numerosas exposiciones colectivas, entre las que destaca la Exposición Universal de Sevilla en 1992, que le dio la oportunidad de participar en el Pabellón de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
En 1998 realiza la obra Nazareno, para el Ayuntamiento que aún hoy se puede contemplar esta escultura en el Museo de la Ciudad de Murcia.
En 1999 sería de nuevo reconocido por la ciudad que le vio nacer, y realizaría una exposición individual en el Centro de Arte Palacio Almudí de Murcia.
Un año después participó en la exposición monográfica: Murcia, 1956-1972: una ciudad hacia el desarrollo. El mismo año es nombrado Académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia, y se le otorga el laurel de Murcia, de la Asociación de la Prensa en la sección de cultura.
SU RELACIÓN CON CEUTÍ
El año 2002, atraído por el nuevo desarrollo cultural que tuvo lugar en la ciudad de Ceutí, donó una de sus obras, 'La Ciclista', al Museo al Aire Libre. Las calles y plazas de Ceutí se habían convertido en un auténtico museo con obras de José Planes, Rafael Canogar, Pepe Yagües, Manuel Valdés o Belzunce.
También realizó una donación al Ayuntamiento de Ceutí de varias obras suyas, así como una parte de su colección de cuadros privados. El Ayuntamiento pensó alojar las obras de Antonio Campillo en un antiguo palacete del siglo XIX que había sido rehabilitado como Museo Etnográfico. Había nacido el germen del futuro museo.
Ese mismo año de 2002 es nombrado hijo adoptivo de Ceutí, y prepara la donación de la Ermita de Pedriñares.
En 2003 realiza de nuevo una exposición individual en Murcia. En esta ocasión tendría lugar en la Sala de la CAM, y llevaría por título 'De lo religioso a lo profano'. En 2003 también vería la luz el Museo Antonio Campillo de Ceutí.
El año 2002, atraído por el nuevo desarrollo cultural que tuvo lugar en la ciudad de Ceutí, donó una de sus obras, 'La Ciclista', al Museo al Aire Libre. Las calles y plazas de Ceutí se habían convertido en un auténtico museo con obras de José Planes, Rafael Canogar, Pepe Yagües, Manuel Valdés o Belzunce.
También realizó una donación al Ayuntamiento de Ceutí de varias obras suyas, así como una parte de su colección de cuadros privados. El Ayuntamiento pensó alojar las obras de Antonio Campillo en un antiguo palacete del siglo XIX que había sido rehabilitado como Museo Etnográfico. Había nacido el germen del futuro museo.
Ese mismo año de 2002 es nombrado hijo adoptivo de Ceutí, y prepara la donación de la Ermita de Pedriñares.
En 2003 realiza de nuevo una exposición individual en Murcia. En esta ocasión tendría lugar en la Sala de la CAM, y llevaría por título 'De lo religioso a lo profano'. En 2003 también vería la luz el Museo Antonio Campillo de Ceutí.
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