Fuente: La Opinión de Murcia
Han colocado más de cien pancartas en las dos urbanizaciones y han recogido cerca de 2.000 firmas para frenar su instalación
Buscaban un lugar tranquilo para vivir y donde la calidad de vida fuera alta. Por ese motivo decidieron comprar una vivienda en las urbanizaciones de Altorreal y La Alcayna, situadas en Molina de Segura. Sin embargo, y desde el punto de vista de los vecinos de ambos lugares, eso no es posible si a apenas 15 metros de sus casas y a 400 de un colegio se instalan dos gasolineras.
El artículo 32 y 33 de los estatutos de las urbanizaciones de Altorreal y La Alcayna, respectivamente, recuerda a los vecinos que «los propietarios deberán respetar en todo momento las reglas de ética y decoro necesarias, procurando que su conducta no turbe, inquiete o moleste a los demás. Utilizando las cosas comunes con el mayor esmero y diligencia, para hacer más duradero su uso y conservación, evitando, en suma, toda actividad dañosa, inmoral, peligrosa, incomoda e insalubre». Según los vecinos de estas urbanizaciones esta normativa se incumpliría si se llevara a cabo el proyecto de la construcción de estos establecimientos, motivo por el cual los propietarios de las viviendas dicen «¡no, a las gasolineras!»
La asociación de vecinos que rechaza estas estaciones de servicio porque, según ellos, supone una actividad peligrosa e insalubre, sobre todo para los 700 alumnos que van al colegio de la zona, han llenado de pancartas Altorreal y La Alcayna y han recogido cerca de 2.000 firmas en contra de dicho proyecto. Además, han llevado este caso a Acción Pública y al Defensor del Pueblo para «frenar esta injusticia».

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