El Ratico de Mariano: "El caso de las palomas"

Vuelvo a contar aquí con la colaboración de Mariano "el de la librería" con otro documento que utilizó dentro de mi programa de radio "El Transistor" de Cadena Elite Archena, y en concreto en la sección que él mismo protagoniza llamada "El Ratico de Mariano". En esta ocasión nos cuenta una anécdota muy divertida que merece la pena escuchar:

EL CASO DE LAS PALOMAS (Por Pedro Mariano Crevillén)

Verdaderamente el caso es asombroso, es divertidisimo, fue comentadisimo y la víctima me lo comentó con gran sentido del humor; me rogó que contase la historia pero que omitiese los nombres de los autores, pues las causantes fueron dos bellas palomas. Bueno, todo este preámbulo de seguro que ya les tendrá intrigados, pero la sencillez de la historia es comentarles que todo se resume en la celebración de una boda, que se llevó a cabo con gran brillantez...., con sus invitados, con sus familiares, con los curiosos que siempre se concentran para comentar la belleza de la novia, la esplendidez de la madrina (madre del novio) y la belleza serena de la madre de la novia.

Los amigos del novio, aficionados a la colombicultura, pensaron que sería un buen número colocar a la salida del templo a dos hermosas palomas adornadas con bellos lazos, que se posarían sobre los contrayentes con la alegría y el regocijo consiguiente. Pero he aquí el motivo de este comentario, que naturalmente motivó que no todo saliese según los planes previstos, ya que los animales se equivocaron de dirección y vinieron a posarse encima de la madre de la novia, con la mala suerte de colocarla en su rostro y en su precioso vestido todas las deposiciones que almacenaban en sus buches. ¡Que bien alimentadas que estaban¡.

Naturalmente allí se formó un verdadero lío..., los invitados querían felicitar a la madre de la novia pero no podrían evitar la hilaridad que les producía ver la cara y el vestido, y ella toda paciencia, disculpaba a las palomas. Y me comenta que llegó a sentirse feliz por lo que dice que "mucha mierda es suerte".

Hasta aquí lo ocurrido, como es natural al comentarme los hechos le duraba la alegría de haber sido la víctima, pero al mismo tiempo parte del disfrute de todos que seguro no olvidarán la boda de su hija.

(Texto de Pedro Mariano Crevillén, extraído de la revista Cuadernos Culturales Monroy)