El Cabezo del Tio Pio, poblado ibérico de gran relevancia para la historia de Archena

Texto extraído del libro "Historia de Archena" (1990), escrito por el Cronista Oficial de Archena D. Manuel Enrique Medina Tornero. Aprovecho aquí para decir que recientemente he contactado con Manuel Enrique, y dada la buena amistad que mantenemos, y el cariño que éste siempre tiene hacia su pueblo, además de nunca saber decir no cuando le solicitamos su colaboración, éste nos ha prometido colaborar de manera intermitente y en momentos que su poco tiempo libre lo permita, con el Alboroque Digital. Por ello, os adelanto en breve contaremos con artículos de nuestro Cronista Oficial de Archena aquí en El Alboroque Digital, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción.

Desde que a mediados del siglo XV, los moriscos que repoblaron Archena descubrieron las ruinas del Balneario, se han ido sucediendo descubrimientos de "tesoros" en los montes circundantes del pueblo, donde los habitantes, de forma furtiva unas veces, y otras por azar en sus huertos, iban sacando a la luz restos arquelógicos, la mayoría de ocasiones para quedárselos de recuerdo o venderlos; tradición ésta que todavía perdura. Hoy existen en casas particulares gran cantidad de hallazgos arqueólogicos sin inventariar.

En una obra ya clásica, Ceán Bermudez menciona Archena en relación a la cerámica ibérica. También el canónigo Lozano nos describe determinadas piezas encontradas en diferentes lugares del término, hallazgos que podemos ver dibujados en la Historia de Jumilla donde aparece mencionado el Cabezo del Tio Pío............

El Cabezo del Tio Pío está situado a unos dos kilómetros de Archena, en la carretera que va a Ulea. La altura máxima de este cerro es de 226 metros alcanzados en una rápida elevación en su parte occidental, que cae a pico sobre la margen del río segura, divisándose desde lo alto una gran zona del curso del Segura. Las vertientes meridional y septentrional son pronunciadísimas; la occidental cae sobre el río y solamente por la parte oriental se prolonga el cerro, hasta formar un conjunto alargado y aislado, de unos 700 metros, llegando en su parte más alejada del río a una altura máxima de 201 metros.

En la confluencia de las dos rápidas vertientes norte y sur, se forma una pequeñísima meseta,inclinada hacia septentrión, por la que una vaguada facilita relativamente el acceso, que primitivamente estuvo cerrado por una muralla de la que aún pueden contemplarse restos, a pesar del laboreo en bancales y las naturales destrucciones del tiempo. Por la somera descripción realizada puede constatarse que se trata del típico emplazamiento de las poblaciones ibéricas, en las proximidades de un caudal de agua, sobre un alto cerro aislado, con accesos de fácil defensa y taponados con murallas los puntos débiles.

La topografía del lugar obligó a la construcción de terrazas escalonadas y con el perjuicio consiguiente para la conservación de las edificaciones, de las que restan los muros de la parte superior y los laterales en escuadra, habiendo desaparecido el inferior del que sólo quedan los cimientos correspondientes a la contención de tierras para formar terraza, muros estos últimos de aparejo pseudo-ciclópedo por los grandes bloques irregulares que lo constituyen en algunos casos.

Las habitaciones sacadas a la luz son espaciosas y en algunas, el muro del fondo que se ha conservado más intacto llega hasta alturas que sobrepasan los dos metros..... El piso de las habitaciones está constituido en la mayoría de los casos por una fuerte capa de argamasa que descansa sobre el relleno de tierra para allanar las sinuosidades de la roca viva. En una de las casas se han empleado para el piso grandes bloques de adobe.En diversos lugares del cabezo se encuentran en superficie trozos de hormigón en el que un elemento constitutivo es la cerámica ibérica triturada, con motivos corrientes en este yacimiento. Del referido hormigón se conserva una rampa que sube a la parte más elevada o atalaya del poblado. EXCAVACIONES

En la vertiente Meridional se hallaron gran cantidad de fragmentos cerámicos con decoración del estilo Elche-Archena; fragmentos de boca, asas y costeras de ánforas romanas; fragmentos de cuchillo de metal; una campanilla; una lucerna barnizada de negro; molinos circulares....En la zona de la Meseta se encontró una fíbula, conteras de ánforas y fragmentos de cerámica. Excavando a una profundidad de 1,15 metros aproximadamente en un ángulo del departamento y bajo una gran losa, especialmente preparada, aparecieron restos humanos. Los arqueólogos dieron la explicación de que pudiera tratarse de un sacrificio fundacional, ya que de ser época posterior a las construcciones se hubieran destrozado éstas forzosamente, y de ser anterior no creemos se edificara sobre un esqueleto a sabiendas, puesto que la losa sirve directamente de sustentáculo a la primera hilada del muro, que se tuvo que destrozar para sacar parte de aquélla y de los restos óseos.

En la vertiente NE se descubrieron tres departamentos, el primero de los cuales tenía un piso de grandes bloques de adobe. En los tres apareció abundantísima cerámica ibérica con temas geométricos, y un vaso casi entero de época romana. también un fragmento de aplicación de hueso con orificios y círculos incisos.

LA NECROPOLIS

Se excavaron cuatro sepulturas, encontrándose cerámica importada: un skiphos, un ungüentario "askos" en forma de ánade, del que no se tiene referencia hasta la fecha en la península, una crátera helenística de barniz negro, y junto a ellos dos platos helenísticos con palmeras estampadas. restos de cerámica indígena formados de una gran urna ibérica, con asas verticales, con tema ornamental en rojo muy vivo y pequeñas vasijas sin decoración.

En metal aparecieron restos de falcatas muy estropeadas y una en mejores condiciones, cuyas medidas son las generales de estas armas. Tienen la empuñadura muy estropeada por efectos de la cremación, conservan el perfil de cabeza de pájaro y unos clavos con arandelas de cobre para sujeción de las cachas, desaparecidas completamente. También aparecieron varios soliferreum, no doblados como era costumbre sino fraccionados en trozos proporcionales. Y pequeñas cosas como una espuela, restos de tijera y laminillas de cobre, todo en mal estado por la corrosión.

Para concluir destacan los arqueólogos mencionados, la existencia de un hecho evidente, y es que la vertiente meridional del Cabezo del Tio Pío fue habitada en época romana, durante la cual se fabricaba cerámica ibérica con los típicos temas florales y zoomorfos, conocida de antiguo en este yacimiento; y que la excavación llevada a cabo en el sector NE, da la impresión de ser una zona más antigua dentro del poblado, posiblemente extendida hacia la zona meridional.