(Texto de Pachi Amorós, Archivera del Ayuntamiento de Archena)
Hoy voy a hacer un comentario más personal que histórico, casi un apartado de opinión, al hilo de la celebración el 12 de octubre, de la fiesta de la Hispanidad y del permanente debate nacionalista.
España es el segundo país más montañoso de Europa, después de Suiza, y todos sabemos que Suiza es una confederación, con cuatro idiomas oficiales y una estructura territorial muy especial. En España sin duda la geografía y más concretamente la orografía, con esa meseta central a mas de 700 metros de altitud, favorecen las diferencias y dificultan la intercomunicación entre unas zonas y otras. En definitiva, a todos nos gusta viajar por España y comprobar lo diferente y variada que es, en sus gentes y en sus paisajes. Esto es evidente que tiene un coste político y que bajo ningún régimen de libertades en España se puede establecer un gobierno monolítico ni unitario, que desconozca eso que para unos es (o era) el hecho territorial, y para otros la realidad nacional.
Dicho y admitido esto me resulta especialmente indignante la manipulación en los textos históricos de muchas autonomías. La historia siempre ha sido utilizada por el poder y desde luego por los nacionalismos para justificarse a sí mismos. Pero enfatizar determinados aspectos es una cosa y negar absolutamente unas realidades objetivas, otra. Hablar de España como de una creación no ya de los Reyes Católicos sino casi del absolutismo borbónico del siglo XVIII, ya es una auténtica aberración.
Como está suficientemente demostrado por documentos de la época, en la Edad Media los reyes de Navarra, Castilla, León y Aragón (o de la corona catalano-aragonesa) eran todos reyes de España. Todos ellos se han titulado así en alguna ocasión. Además y ese ha sido para mí un descubrimiento reciente, durante bastante tiempo los documentos de las Cancillerías españolas (incluso la portuguesa) se regían por la Era Hispánica, que no arrancaba en el año del nacimiento de Cristo, sino 38 años antes. El año cero de esa era representaba la pacificación definitiva de toda la Península y su adhesión total a Roma. La Era Hispánica se mantuvo como forma de datación desde el siglo III hasta el XV en Castilla. En Aragón y Navarra, había sido sustituido por la era cristiana ya en el siglo XII.
Esto en definitiva no es mas que un elemento anecdótico, pero que va en la línea de buscar la historia común, ahora que hay tanta gente empeñada no ya en resaltar, sino en presentar como exclusivo, todo lo que nos separa.
Pachi Amorós Vidal (Archivera del Ayuntamiento de Archena)
España es el segundo país más montañoso de Europa, después de Suiza, y todos sabemos que Suiza es una confederación, con cuatro idiomas oficiales y una estructura territorial muy especial. En España sin duda la geografía y más concretamente la orografía, con esa meseta central a mas de 700 metros de altitud, favorecen las diferencias y dificultan la intercomunicación entre unas zonas y otras. En definitiva, a todos nos gusta viajar por España y comprobar lo diferente y variada que es, en sus gentes y en sus paisajes. Esto es evidente que tiene un coste político y que bajo ningún régimen de libertades en España se puede establecer un gobierno monolítico ni unitario, que desconozca eso que para unos es (o era) el hecho territorial, y para otros la realidad nacional.
Dicho y admitido esto me resulta especialmente indignante la manipulación en los textos históricos de muchas autonomías. La historia siempre ha sido utilizada por el poder y desde luego por los nacionalismos para justificarse a sí mismos. Pero enfatizar determinados aspectos es una cosa y negar absolutamente unas realidades objetivas, otra. Hablar de España como de una creación no ya de los Reyes Católicos sino casi del absolutismo borbónico del siglo XVIII, ya es una auténtica aberración.
Como está suficientemente demostrado por documentos de la época, en la Edad Media los reyes de Navarra, Castilla, León y Aragón (o de la corona catalano-aragonesa) eran todos reyes de España. Todos ellos se han titulado así en alguna ocasión. Además y ese ha sido para mí un descubrimiento reciente, durante bastante tiempo los documentos de las Cancillerías españolas (incluso la portuguesa) se regían por la Era Hispánica, que no arrancaba en el año del nacimiento de Cristo, sino 38 años antes. El año cero de esa era representaba la pacificación definitiva de toda la Península y su adhesión total a Roma. La Era Hispánica se mantuvo como forma de datación desde el siglo III hasta el XV en Castilla. En Aragón y Navarra, había sido sustituido por la era cristiana ya en el siglo XII.
Esto en definitiva no es mas que un elemento anecdótico, pero que va en la línea de buscar la historia común, ahora que hay tanta gente empeñada no ya en resaltar, sino en presentar como exclusivo, todo lo que nos separa.
Pachi Amorós Vidal (Archivera del Ayuntamiento de Archena)
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