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jueves, 30 de agosto de 2007

Registran una vivienda de Ceutí en una operación nacional contra el tráfico de Hachís

La Policía Nacional desarticuló el pasado mes de julio un grupo organizado hispano-marroquí dedicado al tráfico de estupefacientes que contaba con la ayuda de dos guardias civiles de Murcia, según fuentes próximas a la investigación. La operación se cerró con 26 detenidos. Los miembros de esta red introducían en España el hachís procedente de Marruecos y, posteriormente, lo vendían en nuestro país y en el resto de Europa. En total, se han intervenido cerca de 3.000 kilos de hachís, tres lanchas rápidas, seis vehículos, casi 50.000 euros, un teléfono satélite y gran cantidad de teléfonos móviles, precisan fuentes de Policía Nacional. Las 26 detenciones se han producido en La Manga del Mar Menor (Murcia), Cádiz y Cartagena: 10 personas relacionadas con el desembarco de los fardos de droga en la playa de Las Almoladeras de La Manga, 11 en distintas localidades de Cádiz y otras cinco en Cartagena (Murcia). También se registraron domicilios de la red en Chipiona (Cádiz) y Ceutí (Murcia).
El juzgado número 1 de Cartagena, que lleva la investigación, había decretado el secreto de la causa hasta ahora por la presencia de dos agentes de la Guardia Civil en la trama. Uno de los guardias civiles era del Seprona de Murcia y otro de la Unidad de Tráfico de Cartagena. Su delito, dar cobertura al desembarco de la mercancía haciendo la vista gorda o impidiendo que fueran interceptados.
La operación, llevada a cabo por agentes de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, comenzó el pasado mes de mayo, tuvo una primera fase de detenciones en junio y concluyó el 25 de julio con los últimos arrestos.
Todo comenzó con la investigación de un ciudadano de Cartagena, propietario de una nave en la que se reparaban embarcaciones. Esta persona, ahora detenida, mantenía contactos con individuos interesados en la adquisición de las embarcaciones de alta velocidad y que, según la Policía, podrían ser utilizadas para el trasporte de droga desde las costas marroquíes a las españolas.
En la primera fase de esta operación, en el mes de junio, se detuvo a 10 personas en la playa de Las Amoladeras de La Manga del Mar Menor (Murcia), cuando estaban desembarcando, en plena noche, un alijo de hachís que acababa de llegar a bordo de una embarcación neumática. Los agentes intervinieron 79 fardos de hachís, una lancha semi-rígida, dos vehículos y otros efectos.
Posteriormente se interceptaron otros dos vehículos, que actuaban como "lanzadera", en el término municipal de Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Los policías detuvieron a sus tres ocupantes e intervinieron 15 fardos de arpillera, de 30 kilos de peso cada uno, con unos 450 Kilogramos de hachís.
Según las investigaciones, la droga incautada en estos vehículos debía de proceder de un alijo que llegó en otra lancha rápida a la ribera del Guadalquivir y que no pudo ser interceptada. Los responsables de la investigación se dieron cuenta de que estaban dando salida a esta partida en distintas entregas, por lo que establecieron un dispositivo que concluyó con la detención de otras seis personas que les habían vendido la droga. Entre estos últimos se encontraba el líder de la organización en Murcia y responsable del desembarco del alijo en las playas murcianas, Kamal M.M., que fue detenido en un club de alterne de Sanlúcar en compañía de otros dos compinches.
Finalmente, se procedió a la detención en Cartagena (Murcia) de otros cinco responsables de la red, dos de ellos los guardias civiles encargados de prestar la cobertura necesaria en el desembarco de la "mercancía" en las playas de Murcia.

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